miércoles, agosto 12, 2020

Letras en Tiempos de Pandemia

“El autoconocimiento es el inicio de toda la sabiduría”
Aristóteles

 

 

Desde finales de marzo nos estamos enfrentando a un escenario que ninguno de nosotros deseaba: el confinamiento dentro de las paredes de nuestra casa bajo el riesgo latente de salir por un momento y contagiarnos de un virus que ha matado a millones de personas en todo el mundo. Ni en nuestras pesadillas pudimos imaginar que esto tendría para nosotros el 2020. 
 
No han sido meses fáciles. Por muy positivos que seamos, por muy relajados que seamos, no ha sido fácil. Nos estamos enfrentando a una realidad que nos exige cambiar de hábitos y nos restringe la interacción social tan necesaria para cada aspecto de nuestra vida. 
 
En estos meses hay quienes han estado en el suelo, quienes han perdido mucho, quienes han perdido a alguien, quienes han perdido la esperanza, quienes lo han perdido todo. En estos meses de confinamiento hay casas en las que los gritos no han cesado y es que la frustración, el estrés por la situación y el encierro son una bomba de tiempo, la violencia doméstica ha aumentado, los niños han pasado de lo divertido que era pasar días sin colegio a la nostalgia de no ver a sus amigos diariamente. En estos meses hay quienes han pensado lo peor.
 
Pero hay otra parte y es esa en la que me enfoco particularmente hoy... durante este encierro muchas casas gracias a la calidez se convirtieron en hogares. He visto hogares convertirse en verdaderos santuarios gracias a las horas que se han invertido en su decoración, he visto hogares llenarse de plantas, he visto proyectos que se habían pospuesto, finalmente ponerse en marcha. Muchas familias que apenas tenían tiempo de verse durante el día se han compenetrado gracias a la convivencia durante la jornada, he visto niños disfrutar a sus papás durante todo el día. Ante el temor a la enfermedad y sus secuelas he visto reconciliaciones, he visto el perdón sincero, he visto el amor incondicional. Durante este encierro he visto vecinos convertirse en amigos y amigos convertirse en familia y así, en este encierro también hemos descubierto quienes son los verdaderos amigos y a quienes podemos colocar en la lista de "conocidos con anécdotas compartidas"; durante este encierro muchas personas hemos vuelto a los placeres sencillos como comer con la familia, cocinar algo nuevo, leer un nuevo libro o aprender un nuevo pasatiempo. Durante este encierro las llamadas a mamá y papá son más largas y los "te amo" más sinceros. La interacción con los hermanos supera a los memes compartidos y el abrazo a las mascotas es un refugio incondicional. En este encierro muchos hemos aprendido a respirar profundo y con calma, a disfrutar las cosas chiquitas y a agradecer cada momento de paz y de risas, nos hemos unido, nos hemos reencontrado con nosotros mismos y hemos reconstruido lo que estaba roto o estamos en proceso de hacerlo. Este encierro nos ha puesto a prueba y nos ha permitido mostrar de qué estamos hechos y muchos nos habremos sorprendido al sacar fuerzas de donde no sabíamos que había. 
 
¿Qué más da si ganamos unos kilos? En cuanto lo decidamos estaremos listos para volver al ruedo y recuperar la figura con la que iniciamos este confinamiento o mejorarla.
 
¿Qué más da si perdimos las citas a la estética? En cuanto vuelvan a abrir tendremos la oportunidad de intentar un nuevo look. 
 
Ahora, visto desde mi escritorio y desde lo profundo de mi alma cada mañana, hay mucho por lo que estar agradecidos. Si esta pandemia aún no toca tu puerta, debes estar doblemente agradecido, si ya lo hizo y lo superaste, demos gracias también y si eres de los afortunados que no ha tenido que vivir ninguna tragedia, te invito a que despacito, desde la profundidad de tu alma, agradezcas a la deidad en quien creas. 
 
No sabemos cuándo va a terminar esto pero me atrevo a vaticinar una cosa: no vamos a salir de esto siendo los mismos que éramos cuando chocábamos copas el 31 de diciembre de 2019 y eso, eso puede ser maravilloso.

domingo, febrero 25, 2018

Entre el papel y lo demás

 “When writing a novel a writer should create living people; people not characters. A character is a caricature.” 
-Ernest Hemingway


Lo mío son las letras.




Hace 20 años comencé a trabajar en mi primer novela. Me fascinaba el ejercicio de redacción, me fascinaba la creación en sí. Encontré cierto encanto y es que en un mundo literario un escritor puede emular a un Dios creando personajes, construyendo ambientes y  controlando situaciones, dando vida y destruyendo. Para mi que siempre he sido obsesiva con el control, la creación literaria se convirtió en mi actividad favorita. Terminé la novela 2 años después y  continué creando, en papel y sin papel; en letras y en imágenes, con voz o con líneas seguí creando y sin necesidad de transcribirlos he creado personajes acordes a episodios determinados de la novela en turno o de mi día a día.

Reconozco mi responsabilidad en cada creación, en papel o fuera del mismo; reconozco mi destreza para crear personajes y sé que he escrito alguno demasiado alto en realidad. He idealizado, he construido acorde a lo que la novela necesitaba o a lo que a la autora le hacía falta. He creado incluso personas; personas perfectas en características, en tiempo y en lugar que he llegado a perder de vista que son sólo personajes creados para un fin específico. Quizás escriba muchos personajes y algunas personas pero justo ahora dudo que haya 2 iguales.

Dediqué tanto tiempo a algunas obras que en ocasiones la línea que separa la fantasía de la realidad ha desaparecido. En algún momento incluso he lamentado el tiempo invertido imaginando cualidades y creando virtudes. En alguna ocasión he fallado en grande en el ejercicio literario y es que a algunos personajes les confiero fortalezas de la autora; me gusta hablar de frente, me gustan las cosas con todas sus letras, me gusta cerrar los ciclos, me gusta saber en dónde estoy parada y me gustan los personajes con esas características... hasta eso les defino y aún en esos fracasos reconozco que hay personajes que me hicieron sonreír, me dieron aire para respirar; que me dieron vida y salud mental.

Ha habido algún personaje al que he escrito con tantas virtudes que de conservarlo en la historia iría en declive y no me podría permitir arruinarlo así que he debido darle un cierre en la historia en turno, como el cierre que se le da a los ciclos con algunas personas.
Agradezco la posibilidad de crear en papel y sin él. 

La sensación de control en este mundo de caos y belleza siempre será apreciada y mientras la pluma lo permita, aprovechada. 
Está en el papel y en lo demás.

viernes, noviembre 24, 2017

De colores y vacíos

What we have once enjoyed we can never lose. All that we love deeply becomes a part of us
-Hellen Keller


Alguna vez han deseado estar en otro lugar o en otro escenario?

Este será personal.

El mundo es de colores y cada uno de nosotros los percibe a su manera. Lo mismo pasa con la vida; en un sentido poético la vemos de colores y ellos dependen de nuestro enfoque. Conocemos el mundo y la vida de una manera, con ciertos colores, aromas y sonidos; conocemos el mundo con ciertos elementos que sabemos indispensables y la misma vida con elementos imprescindibles, es por ello que hay pérdidas que resultan caóticas y que dejan un sentimiento de destrucción y es que hay pérdidas que cimbran el escenario, el mundo y la vida. No hay palabras ante determinadas pérdidas y las pocas que podría haber terminan siendo insuficientes ante el vacío inminente.

Es inútil tratar de escribir o describir el sentimiento ante la pérdida de alguien fundamental; he estado ahí, han pasado 10 años y el frío no desaparece y el vacío simplemente no se llena ni se llenará. Se aprende a vivir con ello, con el frío y el vacío, con las tonalidades diferentes, sin los aromas y los sonidos. De nuevo se aprende a vivir.

Hoy el mundo de alguien luce diferente, hoy hay alguien en el mundo que está sufriendo una pérdida y el mundo no se detiene; amaneció y anochecerá, las estrellas seguirán siendo visibles, el viento seguirá moviendo las hojas. A pesar de ello hoy el mundo de alguien se cimbró. Esto es efímero y el dolor es real.

Hoy desearía tener más palabras, desearía que las letras hicieran lo que yo no puedo.

sábado, julio 22, 2017

La analogía del oasis o la función del café



"We don't create a fantasy world to escape reality. We create it to be able to stay"
-Lynda Barry

Nunca he sido partidaria de la evasión pero también creo que en ocasiones es necesaria una pequeña utopía a la que escapar un instante, un oasis o un momento de fantasía para no perder la cabeza en un mundo de realidades. En mis 35 años he conocido utopías y encontrado oasis; he tenido momentos fantásticos y también realidades casi utópicas pero el ensayo de hoy es diferente. Hoy se trata del oasis.


Hay un momento de la vida en la que empezamos a vivir de forma automática, gobernados por rutinas, horarios y agendas, pagando servicios, adquiriendo bienes, debiendo conversaciones y adquiriendo responsabilidades y es que lo verdaderamente valioso requiere compromiso, tiempo y atención, sea una familia, el negocio de tus sueños, el trabajo perfecto o cualquiera que sea tu pasión. Lo que te importa va a requerir tu compromiso, tu tiempo y tu atención, no hay más y es que construir lo que has deseado debe ser el proyecto de tu vida.

¿Para qué sirve un oasis si vives tu sueño?

Lo he visto de cerca y me he detenido a observar: aún el proyecto de tu vida puede resultar abrumador y es ahí, en medio del compromiso y la atención, entre la agenda, las metas y las responsabilidades en donde podemos perder un poco la cabeza. El oasis es eso: un paraje casi inconcebible por su ubicación. 

Y en este oasis de la vida adulta, encontramos un momento lejos de agendas y compromisos, de planes y plazos, de responsabilidades e incluso de una realidad soñada. Cada oasis es diferente, los hay peligrosamente adictivos o perfectamente controlados. Los hay reparadores, los hay destructores y es que incluso el oasis más reconfortante puede confundirnos si olvidamos su función. El oasis es un escape breve a la realidad, un paraje en el camino, no el camino y tampoco el destino; es un paraíso temporal al que recurrir una vez o un escape en momentos de necesidad, un instante o un lapso sin tiempo definido. 

Un oasis tiene un objetivo y es fundamental tenerlo claro. Una evasión momentánea puede tornarse en un abandono con rumbo a una fantasía. La belleza del oasis radica en la utopía a la que logramos recurrir ante una realidad que exige de nosotros y reitero, el oasis llega a ser un recurso necesario aún viviendo tu sueño. La cabeza se puede perder en un segundo y ocasionar una tempestad... o podemos descubrir nuestra cabeza en la luna por un segundo y ser ello algo hermosamente caótico y sí, conozco oasis hermosos que evitan que la cabeza se pierda ante la tempestad, que se encuentran en donde menos se esperan, que ofrecen las dosis perfectas, que ofrecen la belleza de lo imposible y la calma necesaria, que llenan espacios, que nutren risas y tranquilizan las ideas, que se llenan de códigos y claves indescifrables fuera del mismo oasis. Todo tiene una razón de ser y todos tenemos una razón de estar. Es vital saber cuándo volver a la realidad y recordar que todo oasis es tan hermoso como efímero.


Esta autora prefiere su oasis de libros y litros de café... esta autora ha aprendido que incluso el café tiene una función aquí y que todo tiene un ciclo y es que a mi, a mi también me ha fascinado lo inesperado.


domingo, mayo 15, 2016

La nostalgia de ser miserable

“There is no greater sorrow than to recall in misery the time when we were happy.”

  ― Dante Alighieri


Regreso ocasionalmente a este espacio, he pensado que se lo debo a que en el contenido del blog está un poco de esta autora. En dudas, en necesidades, en tormentas y en calmas el blog está y está la autora de hace 10 años, la de hace 8, la de hace 5. 

La nostalgia es un tema bastante amplio y no pretendo profundizar en el mismo, la nostalgia no debería analizarse, debería simplemente sentirse, vivirse, saborearse incluso. La nostalgia por simple definición es un anhelo. ¿Cómo debería llamarse al sentimiento que provoca recordar una época miserable y por un momento desear volver a vivirla?


martes, noviembre 25, 2014

Huellas permanentes

“Life is filled with unanswered questions, but it is the courage to seek those answers that continues to give meaning to life. You can spend your life wallowing in despair, wondering why you were the one who was led towards the road strewn with pain, or you can be grateful that you are strong enough to survive it."
― J.D. Stroube
 

El tiempo pasa, la vida transcurre y las vivencias van mutando en experiencias que logro atesorar o en fantasmas que trato de vencer.

Las Crónicas me han acompañado desde hace casi 10 años, las Crónicas han sido parte de mi vida, de mi círculo social, han reflejado estados de ánimo y han expuesto situaciones y personas de formas diversas. Las Crónicas de hace 10 años no son las mismas que las de este año y si bien resulta comprensible toda vez que el furor por los "blogs" pasó hace unos años con la llegada de twitter y el crecimiento de los bloggeros de aquellos años, estas Crónicas no son las mismas porque la autora no es la misma chica en sus veintes narrando sus fracasos sentimentales o sus aventuras sociales y sus descubrimientos personales. La autora es ahora una mujer con una vida establecida, con más responsabilidades de las que hubiera podido soñar en aquellos años y nuevos retos. 

Es en esta etapa, en esta vida en la que descubro que sigo aprendiendo y que cada vez conozco menos; cuando hace algunos años podía saberme analista de la conducta humana, ahora me veo cada vez más confundida con ciertos comportamientos...

A lo largo de la vida y durante cada etapa de la misma, aprendemos de diversas situaciones, nos equivocamos, acertamos, cambiamos el rumbo, volvemos unos pasos y seguimos el camino. Hay quienes han decidido no volver ni un paso, hay quienes decidieron no volver siquiera la mirada, hay quienes tienen la vista fija en el camino por andar y con ello en mente prosiguen. Creo firmemente en la necesidad de volver un par de pasos en ocasiones para rectificar el camino, creo firmemente que hay huellas que se logran borrar con el tiempo y ello ha representado la esperanza en los nuevos comienzos muchas veces. Sin embargo hoy esta autora conoció la magnitud de cierta pisada, la magnitud de un evento de esos que sabes que van a dejar huella y que ni los vientos por venir ni el tiempo que transcurra podrán borrar. Hoy en mi camino hay nuevas huellas, nuevas marcas que confío lograré transformar en experiencias y en que quizás en muchos años logre mirar hacia estos momentos y sonría con paz y resignación pero que definitivamente sé que no se borrarán.
Hoy la autora fue víctima de un secuestro amigdalar, de una situación que se salió de todo control, lógica y proporción y cuyos resultados sólo el tiempo los revelará... hoy ha dejado de importarme el seguir un guión, el cumplir con la figura predeterminada,  el buscar el camino que beneficie a todas las partes y he establecido cuál es el camino que deseo tomar.

Que las huellas permanentes de los pasos propios y ajenos dados hoy sean un recordatorio... ¿de qué? no lo sé pero espero saberlo algún día. 

miércoles, abril 23, 2014

De letras, autores y utopías


"Siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca"
-Jorge Luis Borges


El 23 de abril podría ser uno de mis días favoritos del año.

Cada 23 de abril las líneas de tiempo en las redes sociales se convierten en espacios de literatura fina, frases de libros, de autores, imágenes y portadas saturan las páginas web y el mundo parece un lugar diferente, lleno de letras y lectores, de escritores y pensadores. En esa utopía me encuentro fascinada, descubro letras, descubro autores y conozco un poco más a algunas personas.

El día internacional del libro me gusta. No es secreto que realmente disfruto la escritura, mucho menos que la lectura me apasionan y cada 23 de abril parezco tener tanto en común con tantas personas que el mundo luce de colores diferentes, trazado con lápices carbón, es un mundo mecanografiado a pulsos mientras escucho el casi orgásmico "plac plac, plac, plac" de una vieja máquina de escribir con aroma a metal y rollo de tinta en nylon... es un mundo con letras arial, en blanco y negro, redactado en papel con aroma a antaño, las voces hoy parecen ser más graves, más melodiosas y pausadas, el mundo cada 23 de abril de escucha como el crujir de una hoja antigua... y esta autora no puede imaginar una mejor utopía.

Inmersa en ese mundo que semeja la perfección recuerdo que uno de los primeros libros que leí de principio a fin fue Cien Años de Soledad, y a mis 6 años parecía sumamente complicado pero decidí que algún día me encontraría en mi propio Macondo. Confieso no ser tan afecta a la obra de Gabriel García Márquez y dicha confesión en estos días podría parecer herejía cuando a raíz de la muerte del autor me atrevo a calcular que se han al menos triplicado sus anunciados lectores. En cambio, gran ausencia en mi utopía literaria dejó la muerte de José Saramago en 2010; si tuviera la autoridad para recomendar una lectura definitivamente sería de él, desde el Ensayo sobre la Ceguera hasta la brillante Intermitencias de la Muerte, desde El año de la muerte de Ricardo Reis hasta Caín. A lo largo de mis 32 años han pasado por mis manos tantos ejemplares y he disfrutado tantas obras que enumerarlas resulta imposible... sin embargo no pasa un día sin que recuerde algo de "El mundo como voluntad y representación" de Schopenhauer, no abro una lata de algo sin pensar en "No Logo" de Naomi Klein, descubro diariamente la inocencia mientras pienso en una línea de "El principito" de Saint Exupéry o mientras manejo pienso en "Margarita y el Profesor" de Mikhail Bulgákov. y definitivamente, en los momentos más complejos "Las noches oscuras del Alma" de Thomas Moore y buscando la reinvención "La posibilidad de una Isla" de Michel Houllebecq. Observé de cerca y con ojo crítico al mundo de la mano de Nietzsche con "Sobre verdad y mentira en sentido extramoral", incluso, confieso haber leído "El demonio y la señorita Prym" de Coelho y haberlo disfrutado como el placer culposo de comer un chocolate a escondidas, disfruté mucho aquel "La sombra del Viento" de Ruiz Zafón, y la romántica "Sense and Sensibility" de Austen, como gran logro personal refiero haber leído "El libro de Urantia" y el magistral y complejísimo "La guerra y la paz" de Tolstoi, tengo dulces recuerdos del 2009 leyendo "Los pilares de la tierra" de Follet, de mi infancia en Poza Rica leyendo "Mujercitas", "Por quién doblan las campanas" de un clásico Hemingway e incluso algún ejemplar de CCS que para este momento de mi vida resulta irritable. He conocido autores, lectores e historias, mundos, universos y épocas y he muerto y renacido tantas veces con tantas obras que no logro imaginar mi vida sin los libros que me han acompañado... odiaría olvidar a Zaratustra, a Buda, al concertista, a la costurera, al emperador, a la rosa, al viajero, al perro que lamía lágrimas, a Jesús alias "el cristo", al perfecto Dorian, odiaría olvidar mi mapa y mi territorio...

Concluyendo esta entrada me quedo con una sensación de vacío, siento estar incompleta y me siento traidora al no haber mencionado todo lo que quisiera recomendar, todo lo que quisiera compartir de la inmensidad que surge cada vez que abro un volumen. Las letras no se acaban pero el mundo este 23 de abril me llama y si he de salir a encontrarme con trazos en carbón y máquinas de escribir deberé levantarme del escritorio.

Lean lo que necesiten, descubran y vuelvan a comenzar. Lean a Saramago, a Bulgákov, a Houllebecq e incluso a Fromm, a Stephen King, a Camus, a Ruiz Zafón,  a Paz, a Wilde, a Schpenhauer, a Twain, a Cervantes, lean a Austen, a Borges, a Proust, a Rius, a Follet, a Nietzsche, a Hesse, a Dickens, a Marx, a Dr. Seuss, a Rosa Montero y su loca de la casa!, lean autores de la A a la Z, lean autores famosos y a aquellos a quien nadie recomienda, lean lo que no parezca interesante y lo que se oponga a lo que creen, lean ligero, lean complejo, lean hasta que el mundo se llene de letras y aparezcan los aromas y sonidos que sólo abriendo un libro se conocen.

Que su mundo se llene de letras!
Feliz Día Internacional del Libro.

martes, agosto 27, 2013

Ciclos, Otoños, Despedidas y Días Felices


 "Sometimes being a friend means mastering the art of timing. 
There is a time for silence. A time to let go and allow people to hurl themselves into their own destiny. 
And a time to prepare to pick up the pieces when it's all over."
-Octavia Butler




Viviendo desde hace ya muchos meses en una Ciudad en la que casi diario disfruto la lluvia y el frío, la nostalgia en ocasiones me atrapa así que creo normal haber caído hoy en una de sus más comunes trampas... leer emails del pasado.  Navegando en mis bandejas de correo electrónico me encontré leyendo textos del 2006... tan lejos de hoy en todos los sentidos; cientos de letras, de confesiones, de fotografías con clasificación "confidencial", de opiniones... leía a la autora de entonces 24 años interactuando como aún el año pasado con quien fuese piedra angular en mi crecimiento como persona. Y sí, aquella "maldición del post dedicado" finalmente pareció alcanzar a aquel amigo a quien aún considero un hermano y así es como empezamos hoy...


He leído que hay quien compara la vida con un viaje en tren y a los ciclos con estaciones y vagones y al final se nos explica que en cada estación podría haber "cambio de pasajeros"; esta autora desconoce qué tanto pueda considerar la vida en sí como un viaje en tren pero debo reconocer que la analogía es bastante buena, aún así, prefiero seguir imaginando la vida como una secuencia de ciclos; terminamos algunos, comenzamos otros, cerramos y abrimos ciclos que nos llevan a crecer o al menos, a vivir un poco más. Quizás con más amargura, quizás con más golpes, quizás imperceptiblemente pero definitivamente con más experiencia y ello hace de cada ciclo una época autónoma para cada protagonista, con errores, lecciones, aciertos y sonrisas; con experiencias únicas que quizás se vayan acumulando o quizás simplemente se vayan...

A lo largo de mi viaje he recibido y despedido a muchos compañeros que en el ciclo adecuado parecían eternos, o al menos mucho más duraderos que lo que terminaron siendo, unas veces por responsabilidad propia, otras veces por decisión externa y otras veces porque el ritmo de vida simplemente nos lleva a otro lugar, lejos física o emocionalmente de aquellos compañeros entrañables... con el tiempo sigo sumando o restando compañeros de viaje y no me opongo al cambio, simplemente que hay compañías cuya ausencia se extraña mucho más y hay compañías cuya presencia puede llenar casi por completo un ciclo. 

Sea cual sea el caso, resultaría practicamente una tortura el ir por la vida extrañando conversaciones y extrañando personas. He aprendido que los verdaderos amigos no se van al menos para siempre...  en ocasiones es necesaria la distancia en todos los sentidos, sin importar el motivo, porque al final, es el tiempo quien se encarga de ordenar las ideas, los procesos o sentimientos. En más de una ocasión he visto regresar a personas maravillosas y espero que en el caso que hoy me hace sentarme nuevamente frente al monitor, en unos años pueda leer estas líneas y sonreír al volver a contar con quienes ya no están en este ciclo de mi vida.

Agradezco a la vida este momento, agradezco estar nuevamente sentada frente al monitor, con una taza de café al lado y nuevas obligaciones, mientras en algún lugar de la casa escucho los movimientos de mi compañero de vida, el mismo que hace ya más de 5 años me dejó "sin palabras" y me hizo volver a disfrutar los otoños.

Que el otoño, que está a unas semanas de volver, traiga consigo más hojas secas, más viento fresco y nuevas experiencias, que hoy sé, que aún a distancia de muchos grandes amigos, soy feliz viviendo un ciclo que jamás creí alcanzar, estoy en donde debo y quiero estar... en donde deseo más que nunca estar.

Felices últimos días de verano para mi fiel par de lectores.
 


miércoles, febrero 13, 2013

De finales constantes



In my end is my beginning.
-T.S. Elliot

Y como habíamos adelantado, el mundo no se acabó. 
Al menos no el nuestro.



Podría reconocer cierta admiración para quienes se prepararon para el fin de su vida en la tierra el pasado diciembre. ¿Cómo llegar a prepararse para el mayor de los finales?



Lo anterior me hace pensar en la cantidad de finales a los que nos enfrentamos a lo largo de nuestra vida, cada día nos representa un principio y un final, cada semana, cada mes... cada persona tiene un principio en nuestra vida y, nos guste o no, su presencia tendrá un final. Cada etapa, cada momento, cada camino tienen principios y finales que afrontamos voluntaria o involuntariamente. Hay personas maravillosas que se unen a nuestro camino en un punto y eventualmente se retiran, representándonos un final que podría ser doloroso. Hay etapas felices que sin hacerlo evidente concluyen en algún punto de esa felicidad y ese final representa a su vez el principio de una nueva etapa que podría no resultar tan feliz como la anterior... al final es casi imposible saber con exactitud cuándo nos enfrentamos a un final definitivo. Conozco personas con relaciones y finales sin final pero finales al fin. Conozco a personas conscientes de su final personal y admiro la valentía con la que han decidido vivir mientras ese final con fecha aproximada llega y conozco personas que viven en finales sin principios; personas que sufren constantemente los cambios y resulta lamentable porque al menos mientras vivamos estaremos sometidos a cambios constantes, bien podríamos aprender a disfrutarlos pero aparentemente es mucho más fácil sufrirlos y he ahí, personas físicamente sanas con severas carencias emocionales que se reflejan en lo que menciono; finales sin principios. Lejos de vivir en la armonía matemática de sumar-restar-sumar-restar parecen vivir en restar-restar y resulta impresionante ver cómo viven con estados negativos. Esas personas sufren diariamente su muy particular fin del mundo y no logran aprovecharlo para reinventarse.



El mundo de esta autora al menos no terminó, como la mujer que soy, como escritora y como persona creo en reinventarme, en etapas, en ciclos que concluyen y en caminos que terminan. Creo en el fin de una etapa, no en el del mundo, creo en el fin de una persona, no de la humanidad y creo en los finales fuertes, en los puntos finales así, remarcados y con negritas, firmes y sin posibilidad de borrarse. Creo en terminar relaciones y creo en terminar conversaciones... creo también que hay personas con quienes vale la pena tener finales infinitos, en los que logramos vivir la maravilla de reinventarse, de volver a comenzar en la misma piel... 



He logrado disfrutar, en mis 30's de los finales personales... aquella autora que no lograba entender muchas cosas es hoy esta autora que logró comprenderlas pero que desconoce otras tantas y que acepta que con el paso de los años lejos de comprender más, se hace consciente de que conoce menos. 



Podríamos aceptar el reto de disfrutar nuevos vientos, disfrutar las nuevas emociones y vivir nuevamente las ya conocidas, conscientes de que una emoción jamás se repetirá en la misma intensidad y eso puede ser maravilloso si así lo queremos. Podríamos lograr vivir nuevas decepciones, nuevos tropiezos y grandes errores y con cada uno volver a nacer, aprender a morir y aprender a vivir.


Esta autora se confiesa adicta a terminar una página y comenzar a escribir otra en el mismo libro y con final diferente, adicta a escribir y escribir por páginas completas y sin dormir y es que, mientras tenga lapiceros y papeles, mientras tenga memoria y voluntad y mientras goce de la libertad infinita, esta autora continuará disfrutando el reinventarse, el volver a comenzar una página y volver a vivir y sufrir un final.



Bienvenidos, par de antiguos lectores, a la nueva página de las crónicas.

Fue un placer haber tardado tanto.

viernes, diciembre 02, 2011

Que el fin del mundo nos sorprenda bailando

Después de unos años de intensa mercadotécnia, preocupación de muchísimas personas, películas y conferencias al respecto, alguien más decide descifrar la otra parte del calendario maya; sí, esa pequeña parte en la que se aclaraba, según entiendo, que el mundo no acabaría el 21 de diciembre del 2012 -cumpleaños 31 de esta autora, dicho sea de paso- sino que se trataba de el término de un ciclo y el inicio de otro...

No es que sea excéptica y francamente si he de creer en profesías me quedo con las de los mayas (ellos eran observadores profesionales del universo) pero esa idea del fin del mundo nunca me convenció. Es cierto, me cansé de anunciar que el tema de mi fiesta de cumpleaños a desarrollarse el ya famoso 21 de diciembre de 2012 sería "que el fin del mundo nos sorprenda bailando", inspirada en aquella letra de Joaquín Sabina pero eso era más un afán por divertirme que porque realmente tomara la fecha como algo de qué preocuparse...

Finalmente... ¿qué pasaría si supieramos exactamente la fecha en que el mundo explotará? cambiaría en algo lo que hacemos hoy en día? alguien modificó su vida o conducta cuando comenzó a circular la profesía? Es utópico en este momento pensar que alguien nos puede dar una fecha exacta para despedirnos del planeta y con él, de nuestras vidas. Al menos si alguien tuviera el poder de asegurarlo a mi no me interesaría saberlo. 

Cada noche termina un ciclo, cada mañana comienza otro... en un parpadeo un ciclo termina y el otro inicia y no necesitan pasar miles de años para ello. Cada día puede ser el último que vivamos y no parecemos estar muy conscientes de ello... hacemos, vivimos y corremos diariamente pensando en lo que haremos al día siguiente. Esta autora, por ejemplo, da por sentado que tendrá un cumpleaños número 31. El padre de familia asegura que "mañana" podrá ayudar a su hijo con aquel proyecto que lleva meses en su mente, diariamente posponemos actividades como llamadas telefónicas, emails y encuentros con la certeza de que los podremos realizar al día siguiente. Creemos que habrá un sía siguiente, queremos creerlo y creo que necesitamos creerlo. Cuánta desesperanza nos traería el pensar que no existe aquel "mejor futuro", no? sería tanta la desesperanza que nos obstruiría pensar que el "mejor futuro" lo estamos creando justo ahora. Para cuando el lector llegue a esta línea, la primer línea de este post será un pasado y la última un futuro. Anacronía total en un sólo post.

Creo que hemos perdido de vista la importancia de vivir el hoy, de hacer hoy, de amar y llorar hoy, de escribir hoy.

Aprendiendo a vivir, a disfrutar cada día como si fuera el último, agradeciendo cada noche el ciclo que culmina y agradeciendo cada mañana el ciclo que inicia, el fin del mundo indudablemente nos sorprenderá bailando, festejando y siendo tan felices como aquellos que saben que han hecho lo mejor que han podido en cada pequeña oportunidad. Este es nuestro presente. Este es ahora nuestro futuro.

Lo lamento profundamente por quienes pidieron créditos imposibles de pagar, esperanzados en la fecha.

Para todos los demás: feliz noticia de "no fin del mundo"!



Sigamos bailando, sigamos aprendiendo, sigamos amando, sigamos sonriendo.



lunes, noviembre 28, 2011

Tanto que decir

Se podría decir que estoy tomando con calma tantos cambios.
Se podría decir que estoy congelada.
Se podrían decir muchas cosas...


Lo cierto es que en mis casi 30 años los golpes emocionales han ido en aumento; cada uno me prepara para el siguiente según entiendo. Duele ahora? sí, claro que duele pero es parte de la vida, al menos parte de MI vida. 

En unos años leeré este add y recordaré el sabor a cigarrillo en mi boca, el olor de mi habitación, la temperatura actual de mi cuerpo y el soundtrack que me acompaña. Espero entonces recordar las noches maravillosas acompañada de verdaderos amigos, las conversaciones que me han salvado cada semana, la catársis vestida de letras sin sentido aparente, las copas de vino, los corchos suaves y porosos, los llaveros deformados, las sonrisas sinceras, los desayunos maravillosos, los nuevos rostros y los viejos rostros... 

Seguiré creciendo y seguiré aprendiendo. 
Nada tendría sentido si no lo hiciera y mi cordura depende de ello.

Esto también pasará.


jueves, noviembre 24, 2011

El mismo hombre

Y regresé a aquel lugar que dio pie a la Luna Azul
4 años pasaron desde aquella noche en la que recostada sobre dados de concreto vi las 2 estrellas fugaces más reveladoras de mi vida. Más de 4 años de aquellas lágrimas, de aquella catársis armonizada con el romper de las olas y la voz de mi compañero de catársis. 

Más de 4 años después volví a ese lugar, creo que cada uno de nosotros se forja su destino pero también creo que el Universo se encarga de poner ciertas cosas en orden. En repetidas ocasiones busqué con desesperación aquel lugar, lo necesitaba, necesitaba regresar a ese punto en donde el mar y el río están separados por sólo una franja de arena y dados de concreto. En repetidas ocasiones quise volver, lo soñaba, lo añoraba... ayer, sin mucha planificación, la vida me regresó a ese lugar, a ese sitio que tiene tanto de mi, que me conoció devastada porque aquel que parecía grandioso decidió que ya no sentía por mi lo que nunca dijo sentir, aquel lugar que escuchó a 2 escritores amateurs hablar y hablar horas de todo lo que podría salir mal. Volví en esencia con la misma compañía y  podría decir que en total anacronía pero... no somos ya quienes eramos hace 4 años aunque las circunstancias que nos llevaron a ese lugar fueran bastante similares. 

Ahora me enfrento a otro tipo de rompimientos, a una separación física y emocional de quien creí que podría ser mi eterno compañero de viaje, ahora me enfrento a cambios, a una vida adulta que me exige respuestas y acciones y en medio de todo el tormento que mi cabeza ha albergado los últimos meses, quitarme las estilizadas zapatillas para caminar descalza en la arena suave y húmeda sintiendo el mar llegar a mis pies, disfrutando de la pureza del ambiente, del sonido del mar... me bastaron 2 minutos para volver a subir por aquellas piedras que hace 4 años nos vieron escalarlas, caminé de nuevo sobre esas piedras que tanto lastiman las plantas de mis pies en total oscuridad pero al final... al final me encontré de nuevo en ese dado de concreto, mirando la perfección de un cielo con 75 estrellas, escuchando el ir y venir de la marea bajo las rocas, sintiendo el aire jugar con mi cabello y alejar de mi mente todas las tribulaciones. De nuevo me sentí segura, me sentí protegida, me sentí fuerte; volví a ser yo. ¿Cómo encontrarte cuando ni siquiera sabes que estás perdido? Eso será tema de otro add.

No sé si fue la noche, si fue ese perfecto lugar, si fueron las estrellas, si fue el mar, los recuerdos, el panorama o la compañía que tanta falta me hacía pero en ese lugar el tiempo se detiene, los deseos más profundos se externan, los escudos se caen, las barreras se rompen, las poses se pierden y lo que queda entonces es... es maravilloso. 

Lo que sigue en mi vida no es lo que esperaba hace 3 años pero definitivamente ahora sé que estoy lista para lo que siga, soy fuerte, he crecido y a diferencia de la chica de hace 4 años... esta autora se sabe protagonista y no dejará de serlo. Que sigan los retos que mientras pueda escapar cada 4 años a ese mágico lugar, estaré lista para lo que venga.

Gracias a ti, por ser testigo de ello.
Gracias a ti, por acompañar esos momentos de catarsis.
Gracias a ti por sujetarme fuerte para no resbalar. 

Gracias por volver... gracias por acompañarme a volver.


lunes, agosto 22, 2011

Posibilidades infinitas


Ink and paper are sometimes passionate lovers, 
oftentimes brother and sister
and occasionally mortal enemies. 

By Terri Guillemets

Las luchas desgastan, las batallas pueden parecer absurdas para quienes no participan... las batallas internas sólo pueden ser descritas por quien las vive, quien las sufre y en el mejor de los casos, quien las logra apaciguar.

Después del esfuerzo, después del inmenso desgaste emocional, intelectual o físico que una batalla interior representa, no hay más que descansar... habrá quienes prefieran descansar mirando fijamente una caja de imágenes, habrá quien prefiera alejarse del entorno común... esta autora prefiere descansar mirando al techo; ciertamente distinto al último techo que observó con tanta obsesión, escuchando lo que el inseparable ipod rosa ofrece y en la mayoría de las ocasiones... esta autora descansa escribiendo. El sonido de las teclas de la PC (así es, mi estimado par de lectores; la autora se rehusa a trabajar con una laptop) me puede parecer una necesidad. Mover un lápiz, el aroma de un papel nuevo, de una hoja escrita a mano, la textura de la tinta, el suave crujir del grafito al ser deslizado en una hoja se convierten en adicción para esta autora.

Las letras son las aliadas, son las lágrimas que no se lloran, los gritos que no se externan, los dolores que se ocultan, los sentimientos contra los que se lucha, los amores callados, los rencores arraigados y los más sublimes instantes. Las letras devuelven la cordura en medio del caos, en letras se puede conservar instantes perfectos, momentos irrepetibles, sentimientos sublimes e historias lúdicas. Creo firmemente que las letras son eso que quedará cuándo la autora haya terminado su viaje por este maravilloso camino... las letras nos hacen eternos, nos hacen infinitos y es por eso que en ocasiones es imperativo publicar; es imperativo volver a ser leída al menos por la misma autora en alguna ocasional analepsis.

Por todo ello resultaba imperativo publicar hoy, publicar esta noche en que la calma que sigue a la tormenta se ha manifestado, en la que la claridad permite teclear a la velocidad a la que redacté aquellas revelaciones que fluyeron como corriente de río salvaje, que permitieron a la autora mostrar su lado protagónico y es que esta autora también ha sido protagonista de hermosos textos, de dolorosas declaraciones y de insípidos ensayos.

Estimado par de lectores, esta autora descansa escribiendo y al terminar de hacerlo queda esa sensación de ligereza sobre los hombros. Este add, entonces... es un add para descansar de ese ritmo de vida que nos acelera al nivel de olvidarnos incluso de nosotros, de quienes somos y en lo que creemos. Con este add, la autora reclama aquellas batallas, se reclama a ella misma y decide descansar de cada batalla.

... después de todo, en una vida con posibilidades infinitas, en un universo de ideas, entre pensamientos que se generan incansablemente y con suficientes medios para plasmar los pensamientos, ¿què puede detenernos?




lunes, julio 11, 2011

Diseño a la medida

Anger will never disappear so long as thoughts of resentment are cherished in the mind.
Anger will disappear just as soon as thoughts of resentment are forgotten."
-Siddhartha Gautamá


Resulta simple creer que conocemos a las personas sólo por compartir un par de anécdotas o algunas conversaciones. Resulta simple creer que compartir un apellido se conoce a las personas, resulta fácil creer que la empatía surge instantáneamente.

Lo cierto es que conocer a alguien es un proceso complejo, tan complejo como conocerse a uno mismo y pueden pasar los años y seguimos en proceso de autoconocimiento por lo que lograr conocer a alguien más no es tarea fácil.

En ese tenor, es de humanos reconocer que solemos comprender a quienes conocemos, al menos logramos empatía. Desafortunadamente hay personas a las que sin oportunidad de CONOCER juzgamos e incluso lanzamos palabras cargadas de ignorancia que pueden dañar relaciones futuras y romper puentes del pasado.

Siempre he disfrutado viajar ligera... no guardo rencores, no conservo resentimientos. Me enfado como cualquiera, tal vez más que la mayoría, tal vez que sepa escribir desde los casi 4 años y leer desde poco antes me ha permitido usar las letras para expresar algunos enfados e inconformidades, pero cierto es que después de ser plasmados en una pantalla o papel, dejan de serlo y se convierten en un add más, en una nueva página del libro, en el pie que derivará en un post o un ensayo. Mi fiel par de lectores sabe que escribo sobre casi cualquier cosa, que desde hace años las letras me han acompañado por este maravilloso viaje de aprendizaje y autodescubrimiento. En este camino no han faltado quienes se sientan aludidos en mis textos, quienes se sientan involucrados, identificados y acabo de descubrir que incluso hay quienes se pueden sentir agraviados.

Creo fielmente que cuando tu consciencia no está en paz, cualquier texto que leas te parecerá un grito en tu contra. Por ello no me sorprende leer esporádicas réplicas agresivas a textos que nada tenían que ver con el reproche que obtienen como respuesta... respeto como mis lectores y allegados lo saben, cada actitud; cierto, no comprendo muchas cosas y otras realmente me esmero en entenderlas, otras más simplemente no me importa entenderlas. Creo en invertir mi energía en asuntos que me resulten de provecho en el viaje, de otra forma, esas cargas de resentimientos y reproches prefiero lanzarlas por la ventana del tren antes de que se conviertan en una carga pesada para mi viaje.

Desafortunadamente el resentimiento llega a nublar la visión de algunas personas, los errores del pasado las hacen susceptibles a casi cualquier tema y su equipaje se convierte en su enemigo... ese enemigo que duerme contigo y se aparece en tu espejo cuando te miras en él.

Los invito entonces, estimado par de lectores a no tomarse todo tan personal, el universo es infinito y una de sus leyes para vivir en armonía consiste en aceptar que no somos su centro y que por ende, no todo tiene que ver con nosotros. Los invito además a lanzar por las ventanas esas cargas de resentimiento y enojo, de amargura y envidias, de rencores y arrepentimiento. Aceptemos que cada error ha sido parte del crecimiento y por ello, depende de nosotros convertir esos rencores, resentimientos y errores en letras de nuestro libro, letras que nos recuerden cuán frágil puede ser una relación y cuántos puentes se pueden dañar por no saber moderar nuestras cargas.

... y si mi invitación no tiene sentido para ustedes, ignórenla! soy solo la autora, la protagonista y la persona. Tal como cada uno de ustedes.

miércoles, junio 29, 2011

Caminos paralelos. En primera persona.

La autora hoy cede el teclado a la protagonista, misma que se sienta frente a la PC con una taza de café al lado.

En algún punto del camino compartido con algunas personas fue necesaria una separación. En algún momento, algunos compañeros de viaje debieron tomar caminos separados del mío, en muchos puntos me quedé atrás viéndolos avanzar mientras el nudo en la garganta me confundía, en otros me apresuré para no ser alcanzada mientras mi respiración se agitaba al saber que hacía lo correcto, en otros más sólo di la espalda mientras el compañero de viaje hacía exactamente lo mismo en actitud de indiferencia y es que no hablo de un género en particular. He tenido grandes compañeras de viaje, he tenido grandes compañeros de viaje.

Pensando en cada camino diferente vienen a mi mente personas y momentos importantes, risas en la universidad, juegos en la primaria, presión en secundaria y momentos verdaderamente perfectos junto a personas que en algún punto de su camino debieron alejarse del mío.

He llegado a conclusiones importantes en este proceso y es que hay personas cuyos destinos son similares pero no compartidos, hay personas cuyos caminos están al lado del mío y aunque a veces parezca que todas las señales a lo largo del camino indican que es momento de unir los pasos, lo cierto es que los caminos paralelos son la mejor opción. Miro hacia un lado y en algunos puntos de mi camino logro ver el de algunas personas; miro la trayectoria de sus pasos y entiendo que sus caminos ya no se cruzarán con el mío pero el saber que los pasos aunque se den en caminos separados se pueden vislumbrar desde algún punto es reconfortante. La vida nos absorbe de distintas formas, nos vamos creando destinos, vamos sembrando, en algún momento cosechando y volviendo a sembrar y aunque hay compañeros eternos de camino, también los hay de destinos conjuntos aunque con caminos separados. 

Hay distancias sanas, distancias necesarias, distancias imposibles y distancias eternas. Hoy sólo espero que mis distancias y sus caminos siempre sean para bien. 

Bienvenidos los nuevos compañeros de camino y que en algún momento logremos que el paralelismo sea más cercano al menos para abrazarnos un momento en franco cariño. 

Después de todo, "El valor de las cosas no esta en el tiempo que duran sino en la intensidad con la que suceden, por eso existen cosas inexplicables, momentos inolvidables y personas incomparables".