De los fantasmas...

Todos nos hemos enfrentado a algún elemento del pasado de alguien, inclusive del propio en más de una ocasión.

Hay fantasmas que aparecen ocasionalmente sólo para recordarnos lo mucho que hemos cambiado y crecido; lo que hemos aprendido y avanzado.

Hay fantasmas que aparecen con mayor frecuencia para con intenciones adversas.

Hay fantasmas a los que nosotros traemos al presente con la única finalidad de ser punto de comparación con las acciones de quien afecta nuestro presente.

Creo que los fantasmas deberían ser sólo algunas ACTITUDES de personas que pasaron por nuestra vida marcándola de alguna manera; cumplieron un ciclo y se fueron. Es todo. No deberían ser más.

Creo que los fantasmas deberían ser sólo algunas SITUACIONES por las que pasamos que dejaron una cicatriz que probablemente permanezca en nosotros por algún tiempo.

Creo en la responsabilidad que implica traer fantasmas del pasado para compararlos con el presente.

Creo en la libertad de cada uno de nosotros de permitirlo...

Para respirar

Mucho se ha hablado de patrones de conducta y mucho he mencionado de los mismos.


Se dice que las experiencias generan en cada uno de nosotros algo similar a una base de datos; en esta carga de datos encontramos tendencias, recuerdos y situaciones de las que tal vez ya no estamos conscientes pero que en algún momento matizaron nuestra personalidad, nos hicieron inclinarnos hacia algún lado del camino o dibujaron una línea más pronunciada en nuestra proyección hacia los demás.


La mayor parte de las veces no logramos percatarnos de que lo que hacemos es producto de un evento almacenado en nuestro subconsciente. Esto me recuerda a un post de Miss P; y es que a veces las situaciones por las que pasamos a lo largo del camino nos hacen acostumbrarnos a ser quienes salvan. En ocasiones durante el camino pasamos por momentos sumamente duros y eso nos hace sentir empatía por quienes parecen tener algún conflicto similar. Tratamos entonces de ser quienes protegen, apoyan y ayudan a los demás, de modo que ya no sólo disfrutamos estar rodeados de personas que nos necesiten de alguna manera sino que buscamos estarlo; se convierte en algo así como una "necesidad de sentirse necesitado". De ahí que muchas personas se involucren de manera compulsiva en relaciones con personas que tienen alguna carencia emocional severa, por ejemplo...quizás de alguna manera sintamos que podemos evitarles parte del dolor que pasamos en algún momento y con ello sentirnos mejor.


Al llegar a este punto no puedo omitir que hay muchas maneras de apoyar a otras personas; soy partidaria absoluta de apoyar personas y causas, por ejemplo; creo que necesitamos de muchas personas, pero aún no creo en responsabilizar a una persona de mi vida y vuelvo al punto en que declaro que no me creo responsable de la vida de una persona AÚN.


El tema es obviamente extenso y carezco de la autoridad intelectual para tratarlo de manera adecuada; por ahora puedo decir creo que es BÁSICO antes de involucrarnos profundamente en una relación identificar el factor "necesidad" en ambas partes y no perder de vista que hay personas que no necesitan sen rescatadas y ante todo creo importante no perder de vista la delgada línea roja entre la NECESIDAD y la DEPENDENCIA.