Parecería que a un hombre le es más fácil vivir la realidad, soñar con los pies anclados en la tierra y por ello no desear imposibles. Desafortunadamente me doy cuenta de que muchos hombres desean con ansias encontrar a su princesa azul/rosa, y es que aquí la "princesa azul" se convierte en la perfección, princesa tiene derecho a tener solo un par de defectos (en el mejor de los casos) y está por encima de cualquier mujer, así "cualquier mujer" sea la novia eterna, la chica grandiosa que siempre está cuando la necesitas, la mejor amiga, la Gran Mujer.
Aquí hay dos casos enormes que acentuar:
Caso 1: El del chico que NECESITA encontrar a su princesa y es tanta su desesperación que la moldea incluso encima de una rana.
Caso 2: El de la rana que NECESITA con desesperación ser princesa y se autonombra tal para enamorar a un príncipe.
No me opongo a soñar, no me opongo a visualizar al ideal ni a pensar en ello; me opongo a construir un ideal sobre una persona y permitir que el ideal cubra por completo a la persona. En este caso, moldear a la princesa azul encima de la mujer real.
En el caso del chico que NECESITA encontrar a su princesa, parece tanta la desesperación que prefiere imaginar a la princesa azul y dejar de ver lo que tiene enfrente. Eso, independientemente de lo injusto que es para quien tiene la fantasía, es injusto para la otra persona porque ¿tienen idea de lo que significa sentirte el ideal de alguien? no chicos, no es halagador; es asfixiante, es estresante y es abrumador.
Así tengan frente a sí a una GRAN MUJER, siempre pondrán encima de ella a la princesa azul que vive en su cabeza y entonces la Gran Mujer pasará a segundo término, con opción de salir de la página para dar entrada a la princesa azul.
Ahora, tanto las mujeres como los hombres controlamos 2 caras -miente quien diga que no lo ha hecho!!- : la cara que damos al público y la que mostramos cuando nos sentimos en confianza. Ante el público es común tratar de vender una imagen, no? bien, eso pasa con las princesitas azules. Pueden ser guapísimas, tener muchísima educación y sonreír discretamente. Cuando la acabas de conocer puede compartir intereses y mostrar un genuino interés en lo que hace un chico, escucharlo por horas y hacerlo sentir sumamente admirado, con ello logra que el chico crea que tiene frente a si a una verdadera princesa, la mujer ideal!
Desafortunadamente la mayoría de las autonombradas princesas azules, tienen miles de carencias en su vida (y no me refiero a económicas). Las autonombradas princesas tratan de vivir en un castillo (aunque éste solo esté en el aire) porque necesitan huir de algo o de alguien, la mayoría de las veces de ellas mismas. Muchas de ellas tienen tras de si una madre controladora, un padre sin tiempo para ellas y un grupo de amigas en igual condición que funcionan a manera de "cerebro".
Las autonombradas princesas tienden a "no quererse" un poco, aunque jamás lo imaginarías ante todo su despliegue de ego y capricho que en realidad es una barrera de protección para que no sea tan claro el hecho de que necesitan algo, sea seguridad, afecto o autoestima.
He aquí la guía rápida para identificar a una rana vestida de “princesita azul”:
Tendrá exigencias (no sugerencias).
Necesitará un lindo coche (mejor que el de el novio de su mejor amiga, al menos)
Necesitará que la inviten a lugares súper IN (para poder comentarlo con sus amigas)
Necesitará un excelente regalo de Sn. Valentín (olvídate el detalle, una alhaja es lo mejor para ella).
Tendrá NINGÚN interés en ser amiga de los amigos del chico con el que sale, pero hará que el chico sea amigo de los novios de sus amigas.
Todos los planes que le son propuestos son sometidos a aprobación ante su grupo de amigas.
Andará por ahí necesitando ser atendida por todos
Frases como "a Marilí Tavo le regaló un anillo de *inserte aquí marca de joyería predilecta* solamente porque cumplían meses!!" "el novio de Ximena es un loser porque por su cumpleaños sólo le regaló una pulsera" son parte de su léxico diario.
Dejará de ESCUCHAR al chico una vez que éste sea su novio y dejará de mostrar interés en sus problemas -aunque si los problemas del chico son comprar un "BMW" o un "AUDI" definitivamente podrá encontrar apoyo y mucho interés en su princesita-.
Todo podría parecer normal y para el chico en cuestión podrían parecer detalles sin importancia, pero cuando la “princesita” comience a azotar puertas, a hacer dramas dignos de película y llore cuál desamparada solamente porque en vez de un anillo de oro recibió una pulsera, será demasiado tarde.
La princesa podría entonces comenzar a mutar en rana ante los decepcionados ojos del iluso hombre, o podría mutar en rana cuando decida dejarlo por otro príncipe con mayor solvencia económica y paciencia ante sus berrinches y exigencias (como el novio de Marilí, por ejemplo).
¿Para qué esperar a sentirse humillados por no poder ver lo que tenían frente a sí solo porque ella decía ser princesa?
¿Para qué esperar a sentirse realmente solos y engañados?
¿Para qué esperar hasta ese momento?
Chicos: Si mandan a dormir un rato a la princesa azul que vive en su cabeza, podrán ver las enormes cualidades que hay en muchas mujeres reales.
Por otro lado y caso similar al de “La princesa ha estado triste” , no esperen hasta que la “Gran Mujer” (a la que no miraron por estar buscando a su princesita azul) decida quedarse con un Gran Hombre para entonces reconocer su error.
Final alternativo del cuento de hadas:
El príncipe azul decidió que en vez de vivir "HAPPILY EVER AFTER" él quería divertirse y conocer a otras princesas y plebeyas tratando de encontrar a la que encajara con sus ideas y lo respetara como hombre, no sólo por ser príncipe. La princesa azul/rosa descubrió que era aburridísimo casarse solamente para llenarse de hijos y vivir encerrada en el castillo, así que decidió salir a conocer el mundo, estudiar una carrera, luego la maestría, educar a sus hijos para que hicieran lo mismo y vivir plenamente felíz (entonces sí) HAPPILY EVER AFTER.