Revelaciones
Soy la protagonista que se duerme deseando que lo ocurrido haya sido un sueño y despierta llorando porque se da cuenta de que no lo fué. Soy la protagonista que se proyecta segura de sí misma... a la que el filme muestra tan autosuficiente que un co-protagonista romántico permanente no es opción. Soy la protagonista que puede llenar la pantalla con una imagen como ha llenado su habitación de humo de cigarro las últimas semanas, como ha llenado un cuaderno de letras los últimos días. La que puede inspirar canciones de amor sin que jamás haya una en la que se le pida volver.
Jamás podría ser protagonista de un chick flick porque mis finales no son "felices" para el espectador en realidad y muchas veces no lo son para la misma protagonista. Comencé a notarlo cuando ví acompañada "Devil Wears Prada" y la chica no se queda con el chico. Mi acompañante exclamó que "eso no es un final felíz!!" y yo pensé (tal vez mencioné muy bajito) que en mi vida ese era un final común. Cuando vimos "Four weddings and a Funeral" exclamé que "ese sí era mi final felíz!!" Sí, un gran final después de un golpe, sin bodas ni besos con un pie levantado, sin milagros y con lluvia... un final perfecto para mi.
Jamás podría ser protagonista de "How to lose a guy in ten days" porque jamás habría algún chico que arrepentido me persiguiera en una motocicleta... porque jamás habría uno que me siguiera después de una despedida "definitiva".
Jamás podría ser Bridget Jones porque jamás habría un chico que cambiara su lugar de residencia por mi... que me sorprendiera apareciendose en mi puerta arrepentido tras una despedida.
Jamás podría ser la protagonista que ahogada en llanto escucha que alguien toca la puerta y se topa con el co-protagonista con quien creyó todo concluido. Jamás podría ser ESA protagonista que involucrada en una confusión termina siendo la más felíz del filme...
Si se hiciera un filme o se escribiera un libro sobre mí definitivamente sería como "Sense and Sensibility" pero terminaría en la escena en que luego de que Edward Ferrars se despide de Elinor Dashwood, ella se entera por boca de Miss Lucy Steele que están comprometidos. Terminaría más o menos en la parte en que ella (Elinor) dice a Edward que para apoyar su compromiso le han ofrecido una capilla y le ofrece su sincera amistad. Ahí aparecería "The End", ahí estaría el punto final. No habría una visita sorpresa de Edward al cottage de las Dashwood para informar que no se casó y que su "heart is and always be" de Elinor.
No me da miedo reconocer que soy la protagonista que recibe muchas flores pero no las recibe del chico que ella quisiera. Soy la protagonista que recibe regalos de pretendientes, la que recibe invitaciones a salir de numerosos admiradores. Soy la musa de odas, de numerosos textos... mas ninguno de ellos se ha hecho jamás con el afán de retomar un rol. Mis finales son fríos. Son despedidas elocuentes, llenas de razones pero sin emociones que me hagan llorar.
Hoy no dejo de preguntarme si ha faltado ese toque de drama a mis historias... si han hecho falta lágrimas como las de Bridget Jones, o publicar un artículo enorme en una revista como Andie Anderson ("How to lose a guy...") para que el co-protagonista se dé cuenta de su error y arrepentido regrese. Hoy no dejo de preguntarme si está bien que acepte que JAMÁS pasaría, que NO VA A PASAR...
Hoy entendí que si se hiciera un filme para mí tendría un final de esos que no a todo el público gustan porque esta heroina no se queda con el héroe. Nunca ha pasado. Un final en el que hay felicidad; sí, en mi final hay felicidad pero sin un co-protagonista. Un final lleno de lecciones, de moralejas y de ideas... un final con destellos de genialidad y un dejo de indiferencia. Un final que deja la posibilidad de imaginarlo como el espectador guste, pero que no deja de ser un final definitivo.
... Hoy me pregunto si en verdad me puedo acostumbrar a estos finales y si en verdad resulta SUFICIENTE. Hoy me preguntaba si habrá alguna vez alguien que se detenga a leer mi prólogo.