sábado, junio 16, 2007

Revelaciones

O "El día en que supe que no podría ser protagonista de un chick flick"

En un dejo de vanidad reconozco que me sé protagonista de muchas historias de muchas categorías, pero ayer me dí cuenta de que no podría ser la portagonista de un chick flick. Las razones son tan sencillas y tan evidentes que me asusta el jamás haberlas notado...

Soy la protagonista que se duerme deseando que lo ocurrido haya sido un sueño y despierta llorando porque se da cuenta de que no lo fué. Soy la protagonista que se proyecta segura de sí misma... a la que el filme muestra tan autosuficiente que un co-protagonista romántico permanente no es opción. Soy la protagonista que puede llenar la pantalla con una imagen como ha llenado su habitación de humo de cigarro las últimas semanas, como ha llenado un cuaderno de letras los últimos días. La que puede inspirar canciones de amor sin que jamás haya una en la que se le pida volver.

Jamás podría ser protagonista de un chick flick porque mis finales no son "felices" para el espectador en realidad y muchas veces no lo son para la misma protagonista. Comencé a notarlo cuando ví acompañada "Devil Wears Prada" y la chica no se queda con el chico. Mi acompañante exclamó que "eso no es un final felíz!!" y yo pensé (tal vez mencioné muy bajito) que en mi vida ese era un final común. Cuando vimos "Four weddings and a Funeral" exclamé que "ese sí era mi final felíz!!" Sí, un gran final después de un golpe, sin bodas ni besos con un pie levantado, sin milagros y con lluvia... un final perfecto para mi.

Jamás podría ser protagonista de "How to lose a guy in ten days" porque jamás habría algún chico que arrepentido me persiguiera en una motocicleta... porque jamás habría uno que me siguiera después de una despedida "definitiva".

Jamás podría ser Bridget Jones porque jamás habría un chico que cambiara su lugar de residencia por mi... que me sorprendiera apareciendose en mi puerta arrepentido tras una despedida.

Jamás podría ser la protagonista que ahogada en llanto escucha que alguien toca la puerta y se topa con el co-protagonista con quien creyó todo concluido. Jamás podría ser ESA protagonista que involucrada en una confusión termina siendo la más felíz del filme...

Si se hiciera un filme o se escribiera un libro sobre mí definitivamente sería como "Sense and Sensibility" pero terminaría en la escena en que luego de que Edward Ferrars se despide de Elinor Dashwood, ella se entera por boca de Miss Lucy Steele que están comprometidos. Terminaría más o menos en la parte en que ella (Elinor) dice a Edward que para apoyar su compromiso le han ofrecido una capilla y le ofrece su sincera amistad. Ahí aparecería "The End", ahí estaría el punto final. No habría una visita sorpresa de Edward al cottage de las Dashwood para informar que no se casó y que su "heart is and always be" de Elinor.

No me da miedo reconocer que soy la protagonista que recibe muchas flores pero no las recibe del chico que ella quisiera. Soy la protagonista que recibe regalos de pretendientes, la que recibe invitaciones a salir de numerosos admiradores. Soy la musa de odas, de numerosos textos... mas ninguno de ellos se ha hecho jamás con el afán de retomar un rol. Mis finales son fríos. Son despedidas elocuentes, llenas de razones pero sin emociones que me hagan llorar.

Hoy no dejo de preguntarme si ha faltado ese toque de drama a mis historias... si han hecho falta lágrimas como las de Bridget Jones, o publicar un artículo enorme en una revista como Andie Anderson ("How to lose a guy...") para que el co-protagonista se dé cuenta de su error y arrepentido regrese. Hoy no dejo de preguntarme si está bien que acepte que JAMÁS pasaría, que NO VA A PASAR...

Hoy entendí que si se hiciera un filme para mí tendría un final de esos que no a todo el público gustan porque esta heroina no se queda con el héroe. Nunca ha pasado. Un final en el que hay felicidad; sí, en mi final hay felicidad pero sin un co-protagonista. Un final lleno de lecciones, de moralejas y de ideas... un final con destellos de genialidad y un dejo de indiferencia. Un final que deja la posibilidad de imaginarlo como el espectador guste, pero que no deja de ser un final definitivo.

... Hoy me pregunto si en verdad me puedo acostumbrar a estos finales y si en verdad resulta SUFICIENTE. Hoy me preguntaba si habrá alguna vez alguien que se detenga a leer mi prólogo.


miércoles, junio 13, 2007

NoOneElseComesClose

Pocos días me resultan anacrónicos. Hoy es uno de ellos.
Este post es PERSONAL.

Hoy después de mi ducha vespertina y mientras me untaba la crema humectante, mis ojos se posaron en 4 cuadernillos arrinconados en el fondo de mi armario. Esos 4 volúmenes de distintos diseños son 4 de mis "Diarios" (a la fecha voy en el 6to). Efectivamente, mi querido par de lectores: esta autora escribe en "Diarios" desde los 8 años.

Tomé al azar el "Vol III". Ese "Diario" lleva parte de mi "libro" desde diciembre de 1997 hasta enero de 2000. Es el único con aroma y fue un regalo que mi madre me hizo cuando cumplí 16 años. Tiene una carta oculta (que encontré hoy por accidente) escrita por la autora para la autora, decenas de oraciones, de frases, de anécdotas, de reflexiones y de canciones...

El motivo por el que este VOL III es el que da pie al post que leen, es que en dicho Diario se narra la historia de mi primer beso-novio-corazón roto. Ese primer beso me lo dio mi primer novio y también me ocasionó mi primer corazón roto. Rara vez he mencionado nombres en este blog, esta ocasión lo amerita... Josué es su nombre.

Josué fue en su momento considerado por mis amigas como el hombre más especial de México porque ellas (y ellos) decían que era IMPOSIBLE que yo aceptara salir con alguien y era aún más difícil que yo aceptara que alguien me tomara la mano... él lo logró con toda la paciencia que sus 18 años le daban.

Estoy francamente enternecida e inmersa en una analepsis disfrazada de recuerdo que me llena de emociones, porque ahí, en una hoja con fecha 20 de noviembre de 1999 y que lleva por título "Dime que me amas" hay un pétalo de una rosa roja (ahora marrón) y una margarita (ahora dorada) pegadas con cinta adhesiva. Ambos trozos de naturaleza ahora muerta eran parte del primer ramo de flores que un chico me regaló... y fue él. Me sorprendió que lo hiciera "solo porque sí", porque salió a divertirse con sus amigos y se le ocurrió comprarme flores y mandó a su mejor amigo (Alfredo) con dicho ramo de rosas rojas y margaritas blancas a casa de esta autora, misma que salió en pijama y asustada creyendo que había pasado algo grave -ver al mejor amigo del novio a las 22:30 en mi casa no era normal- y al escuchar un "dice Josué que como si viene 5 minutos lo regañas y si se queda más no se quiere ir, yo te tengo que traer esto" y sacó de no sé donde, un ramo -que me pareció lo más hermoso del mundo- comprenderán, estimado par de lectores, que la autora supo lo que era desaparecer el mundo pensando en alguien que no era ella misma. Antes de que pudiera Alfredo soltarme el brazo (dice que creyó que me desmayaría) ya estaba Josué sujetándome por la espalda, para -en la escena más cursi que he vivido- cargarme y besarme dando vueltas.

JAMÁS había sentido ESO.

Regresando al día de hoy (que siento extrañamente como futuro), no puedo evitar recordar a Josué I.L.con mucho cariño. Aún hace 4 años nos veíamos frecuentemente y eramos buenos amigos, luego desapareció de mi vida para iniciar la suya. Un GRAN chico.

El título del post se lo debo a una canción, escrita con su caligrafía y en español (la original es en inglés y es de los Backstreet Boys -era 1999-) en una hoja guardada también en dicho Diario y es la que mi iTunes repite desde hace 1 hora. La había olvidado por completo hasta que la leí en español y me dí cuenta de que aún puedo cantarla en su idioma original sin perder una sola frase (a eso me refería en el post pasado al mencionar el "cofre de recuerdos").

Me pierdo en ese recuerdo. Pienso en mi presente y en la forma en que el "hoy" parece la prolepsis de una historia. Me pierdo en esta anacronía.

Me veo HOY tan distinta a la niña que pegó aquellos pétalos que no siento nostalgia; siento ternura. Me quedo con ese sabor dulce que deja un recuerdo bello de una época lejana; me quedo con esa sensación de lluvia tibia cayendo en mi lengua, mojando mi frente y con ese aroma a canela, sabiendo que ni esa sensación ni ese aroma regresarán, pero sabiendo también que son sólo recuerdos. Recuerdos que no duelen. No hay nostalgia. Esta vez no añoro el regreso a esa época porque años después veo que han pasado grandes cosas y han pasado hombres GENIALES por mi vida y de cada uno de ellos ha quedado una sensación, un aroma, una frase... una historia que quizá en 8 años publique en un blog.

Hoy simplemente supe lo que era vivir en 1999 de nuevo.
Hoy disfruté exactamente lo que fue.

lunes, junio 11, 2007

Aligerando el equipaje

Y sabes que la memoria es una de mis mayores cualidades.

Vivimos rodeados de objetos que nos recuerdan algo o a alguien. Vivimos rodeados de canciones que nos recuerdan épocas, de aromas que nos recuerdan momentos... vivimos en medio de un conjunto de recuerdos de un pasado que está de más puntualizar: YA PASÓ.

Es normal conservar ciertos objetos porque nos parecen valiosos, así sean la entrada para un partido de soccer o la pulsera de alguna amiga. Son recuerdos que nos hacen sentirnos cerca de esos momentos en muchas ocasiones y eso podría ser considerado normal siempre que tengamos en mente en todo momento que son solo eso: recuerdos de un pasado agradable.

Hay otro tipo de recuerdos. Recuerdos que se convierten en cargas pesadas de llevar. Hay recuerdos cuyo peso afecta nuestra salud física (y qué decir de la emocional!) porque resultan sumamente pesados.

Hay recuerdos que solamente ocupan espacio que un PRESENTE podría ocupar, espacio que nosotros mismos podríamos utilizar.

Es fácil taparse los oídos para no escuchar una canción, es fácil dejar de ir a ciertos lugares porque los recuerdos que nos traen parecen insoportables, es fácil evitar películas, colores, libros, aromas... podríamos vivir aislados del mundo pero aún con ello tendríamos al mejor cofre de recuerdos con nosotros: La memoria.

El "borrado de memoria" no es una opción (aunque conozco a más de 3 que ya hubieran optado por ese tratamiento), tampoco podemos regresar el tiempo y si bien podemos hacer una limpieza al armario y tirar a la basura todos los objetos que representen un peso que cargar, no es tan fácil limpiar la memoria y sacar de ella lo que lastime y represente una carga.

"OLVIDAR" a alguien, cual sea el lazo que haya existido en su momento debe ser una tarea ardua que muchos han intentado llevar a cabo -sin éxito en la mayoría de los casos-.

Es cierto, duele recordar. Pero si nos enfrentamos gradualmente a esos recuerdos que lastiman, sin huir a canciones ni evitar lugares, ni aromas ni personas, habrá un día en que el dolor disminuirá, el día siguiente dolerá menos y antes de que nos demos cuenta habrán dejado de lastimar. Sigo creyendo que el dolor es necesario, pero el sufrimiento es opcional y me atrevo a pensar que ENFRENTAR es la clave para concluir con esos recuerdos que duelen.

Es como la analogía de "volver a subirse al caballo".

Tenemos que aprender a vivir con esos recuerdos, a "lidiar con ellos", a convertirlos en parte de una anécdota personal. Convertir esos recuerdos que afectan en un párrafo de nuestro libro, una línea, un capítulo completo dependiendo de la importancia... y es aquí cuando aclaro que la importancia del recuerdo no depende del impacto causado sino de lo aprendido de dicho impacto. Cada persona y cada situación que pasa por nuestra vida puede dejar algo importante en ella y por el aprendizaje que nos dejó merece aunque sea una frase en nuestro libro.

Mi libro hasta este momento está repleto de frases, de párrafos, de capítulos, de líneas. Agradezco a cada persona GRANDIOSA su paso por mi vida.
Agradezco a quienes no se creyeron GRANDIOSOS pero en verdad lo fueron.
Agradezco mi libro repleto de lecciones.

jueves, junio 07, 2007

Por qué a mi?

Creo que somos curiosos porque somos humanos.
Eso no es de criticarse.

Lo siento, no soy de las personas que preguntan "¿Por qué a mi?".

Disto mucho de ser víctima de las situaciones.

Solemos necesitar razones, explicaciones, motivos... solemos necesitar entender muchas cosas a las que nos enfrentamos. Suele ser necesario entender por qué una relación (del tipo que sea, laboral, sentimental, amistosa, familiar) concluye, por qué una persona enferma, por qué un individuo parece cambiar. Incluso muchas veces necesitamos saber por qué nosotros parecemos cambiar.

Si consideramos que somos humanos con un ya mencionado universo de ideas propias, que somos individuos con valores morales y afectivos diferentes, podemos ver que es complicado tratar de entender muchas conductas ajenas (muchas veces es complicado comprender las propias). Hay quienes pasan años de su vida tratando de encontrar un "por qué" a una actitud ajena, un "por qué" a una enfermedad, un "por qué" a eso que llaman una "desgracia"... no me malinterpreten, creo firmemente que todo tiene un motivo, que todo tiene una explicación. Simplemente creo también que es punto menos que imposible entender todas y cada una de las conductas y actitudes humanas. Es punto menos que imposible entender cada suceso que ocurre en este universo.

Siempre habrá actitudes que no entendamos, siempre habrá decisiones que dificilmente podamos comprender, siempre habrá personas que nos parecerán INCOMPRENSIBLES, más no por ello menos valiosas. Creo que debemos aceptar que no podemos ENTENDER como quisieramos todo lo que ocurre alrededor de nosotros, como creo que habrá quien deba aceptar que no puede entender lo que nosotros somos o hacemos, pero creo también que el caso es ACEPTARNOS. ACEPTAR los hechos que no entendemos, aceptar a las personas a las que muchas veces no comprendemos, aceptar que habrá veces en las que nos resulte frustrante no entender una decisión... pero aún así debemos respetarla y aceptarla. Quizás en el algún punto de nuestra vida ocurrirá algo que nos haga entender, quizás no.... pero ¿qué caso tiene dejar de disfrutar esta maravillosa vida por tratar de entender hechos que tal vez jamás comprendamos como queremos?. Menciono el "comprendamos como queremos" porque también es un hecho que muchas veces las explicaciones a lo que ocurre son tan simples y tan opuestas a lo que esperamos que preferimos seguir buscando una "opción b".

Creo que en ocasiones es necesario dejar pasar muchas cosas que no entendemos, muchas veces es necesario dejar de buscar ESA respuesta... es probable que algún día comprendamos.
Tal vez no ahora, pero algún día.
Tal vez la respuesta no sea la que esperamos, pero también debemos aprender a vivir con ello.

Los hechos:

Somos responsables de mucho más de lo que creemos.
No todas nuestras preguntas tienen las respuestas que esperamos.
No todas nuestros análisis tienen los resultados que esperamos.
No todo lo que ocurre tiene que ver con nosotros...

Es tan difícil aceptarlo?
Es tan difícil respetarlo?

Nota al pie para los interesados: Me aburre el papel de víctima, lo siento, no va conmigo. Sigo prefiriendo el rol de "La Bruja del Cuento"

miércoles, junio 06, 2007

Well...

I can't explain why it's not enough...

sábado, junio 02, 2007

El Ángel

Todos cometemos errores.
Hay errores de diferentes magnitudes y diferentes repercusiones. Hay errores que parecen absurdos y otros que parecen tan sabios...

A lo largo de mis 25 años y medio me he equivocado tantas veces que me puedo considerar sumamente afortunada. He pasado por mil situaciones que me han dejado tanta experiencia que no me atrevo a arrepentirme.

Siempre he creído que lo más difícil de hacer es perdonarse en primera persona. Confieso: Soy tan dura con la autocrítica y tan perfeccionista que me es difícil perdonarme. Soy tan ególatra que me es difícil entender por qué cometo errores y errores. Soy tan soberbia que me es punto menos que imposible entender que tengo derecho a cometerlos y es que creo que equivocarse es un derecho que nuestra condición humana nos otorga.

No me arrepiento de mis decisiones, aunque reconozco que es importante arrepentirse.
No me arrepiento de mis errores, porque sigo aprendiendo mucho de ellos.
No me arrepiento de arriesgarme por lo que deseo cuando realmente lo deseo... no me sentiría tranquila si no lo hubiera intentado. No me perdonaría ahora si me hubiera negado ante tantas posibilidades.

¿El título?
En cada error, en cada una de mis decisiones equivocadas, en cada golpe siempre hay alguien conmigo. Siempre ha habido alguien creyendo en mi (aún antes de que yo creyera en mi), siempre ha habido alguien que me abraza y me acaricia el cabello cuando lloro porque algo salió mal... "
ese ángel llamado mamá", diría Alex GZ. Ella me repite que tengo derecho a equivocarme, que tengo derecho a no ser perfecta. Ella me ama aún tan imperfecta y respeta mis ideas y me enseña a respetarme también.
Agradezco ser tan afortunada, agradezco tener TANTO...

Gracias Mamá.
Gracias a USTEDES (esos que me soportan tanto!)
Gracias a ti.
GRACIAS.