viernes, febrero 20, 2009

La traiciòn

Al mencionar la palabra TRAICIÓN no podemos aislar el golpe sentimental que la palabra per se conlleva... todos hemos escuchado de traiciones, muchos de nosotros hemos traicionado y es que hay distintos tipos de traición; desde traición a nosotros mismos y nuestros ideales hasta traición a la Patria, traición a quienes creyeron en nosotros y es que para haber traición es inevitable que debió haber confianza... de esa confianza que te permite cerrar los ojos y arrojarte hacia atrás sabiendo que esa persona en quien confías te sujetarà.

Todas las traiciones duelen, hay algunas que sólo incomodan pero hay traiciones que parten el alma al ver despedazada una relación, un sentimiento, una serie de momentos que creímos genuinos... y es que todos tenemos derecho a equivocarnos, tenemos derecho a confiar en quien decidamos y al hacerlo esperamos recibir los mismo; confianza y respeto mutuo... pero hay traiciones para las que faltan las palabras.

Hay personas en las que depositamos toda la confianza, toda la vida de amistad franca y sincera, todas las confesiones y vivencias y con el paso del tiempo y sin siquiera dar señales de ello empuñan el arma que nos hiere; la traición.

La confianza en este mundo en que habitamos es un don, un regalo que rara vez se da. La mayoría de nosotros -adultos jóvenes- tenemos círculos de amigos de toda la vida, rara vez hay amigos nuevos ¿por qué? porque en esos círculos de toda la vida sabemos que estamos seguros, que estamos apoyados y protegidos, sabemos que podemos encontrar enfoques a situaciones que no entendemos y podemos encontrar el apoyo cuando las cosas salen mal y los abrazos sinceros cuando las cosas salen bien.

Desafortunadamente aún en esos círculos tan seguros, tan sinceros puede haber alguien o algo que rompa la armonía y saque la peor y mas baja cualidad de un humano: lastimar a su hermano, a su amigo, a aquel que lo apoyó cuando peor la pasó... y motivos pudieron ser muchos; cuando hablamos de sentimientos es común decir "solo pasó; nadie lo planeó" pero hasta esa excusa es absurda porque SIEMPRE hay un segundo, un maldito segundo en que puedes decidir enamorarte o no hacerlo; lastimar a tu hermano o amigo o no hacerlo.

... pero los humanos somos especialistas en encontrar excusas, en encontrar justificaciones para herir a los demás, en encontrar motivos para minimizar el impacto de nuestros actos "y es que yo hice lo que hice porque tu..." pero el hecho es simple; una traición de un amigo, de una pareja en la que pusimos nuestra alma, la traición de un hermano inclusive PARTE EL ALMA. Por qué? porque son ellos en quienes confiamos los más profundos secretos, a quienes abrimos el alma y en quienes nos refugiamos cuando el mundo parece caer, porque son ellos en quienes pusimos ilusiones y en muchos casos pusimos nuestro plan de vida ahí; esperando jamás ser heridos por ellos... esas son las traiciones que dejan heridas imborrables y en muchos casos incurables.

Sólo queda esperar que el tiempo haga su parte, levantar la cabeza y mirar al cielo... agradecer la oportunidad de ver quienes son realmente las personas que nos rodean. No hay palabras que hagan sentir mejor a quien se vio traicionado, no hay abrazos suficientes... queda la empatìa ante la situación y el apoyo absoluto. De los demás el mismo universo se encargará... hay personas que pueden caer tan bajo que en el mismo fango se sienten còmodos y no merecen siquiera un pensamiento de nosotros... y es que es tanta su carencia pesonal; su vacìo personal que parecen necesitar herir a otros para sentirse menos miserables.