Adeste Fideles...
Lejos de pensar en falta de creatividad, pienso nuevamente en esta época que invita a la reflexión, en la que podemos tomarnos el tiempo para abrir lentamente los ojos y mirar el mundo en que vivimos, mirar el reflejo del espejo y mirar con detenimiento cada detalle que nos rodea. Este año tampoco quiero cerrar los ojos o desviar la mirada a lo que me rodea... no puedo evitar mirar a los pequeños sin hogar, los hogares rotos, la violencia en el mundo, las grandes diferencias entre mi vida y tantas otras vidas y nuevamente marcar con rojo mis defectos. Me permito respirar el aire frío y sentir de nuevo ESO que sólo se siente en esta época en la que todo parece una nueva oportunidad para corregir el "muchas veces equivocado camino", para arreglarnos a nosotros mismos y con ellos cambiar nuestra forma de mirar el mundo.
Este año en que mi vida luce tan distinta a lo que solía ser, con nuevas carencias que dejan huecos imposibles de llenar, fríos tan profundos que existe ninguna cobija que me abrigue y vacíos que dejan sabor a desamparo; también me miro y me veo tan completa en otros aspectos, tan feliz en el nuevo papel que desempeño, tan plena y llena de paz que no puedo dejar de pensar en las familias que por algún motivo no están completas.
Quisiera nuevamente invitarlos a reflexionar sobre el significado de la celebración de esta noche.
En este día previo a Navidad en el que la mayoría de nosotros compartirá la cena con sus seres amados, quisiera que cada uno de nosotros dedicara un momento a pensar en quienes no lo harán; en quienes no podrán cenar en un hogar y en quienes no podrán siquiera cenar. Quisiera que eleváramos nuestros pensamientos por ellos y pensemos en la forma de ayudar, de ayudar a quienes se sienten sólos, que pensáramos en esas palabras y sonrisas que pueden cambiar una vida. En esa mirada nuestra que puede cambiar al mundo.
Los invito a que agradezcamos también lo afortunados que somos.
Dejando del otro lado de la puerta mi habitual egoísmo, deseo sinceramente para ustedes paz y felicidad; que el amor inunde sus corazones, que sepamos perdonar y aprendamos a ser perdonados. Deseo para el mundo que aprendamos a comprender, que jamás olvidemos que no somos perfectos y sepamos ser humildes. Les deseo toda la Paz y Felicidad que necesitan y las bendiciones que desean. Les deseo suficiente salud y suficiente amor, suficiente conciencia de sí mismos y del mundo en que vivimos, suficiente humildad, eterna gratitud e infinita tranquilidad tanto para ustedes como para sus seres queridos.
Nuevamente los invito a aprovechar la época, los invito a mirarse al espejo, a abrir los ojos al mundo y estirar las manos para tocarlo. Los invito a DESPERTAR y a renovarse, a comenzar a cambiar al mundo y a intentar ser dueños de lo que somos. Este año nuevamente los invito a VIVIR!.
¡FELIZ NAVIDAD!
Siguiendo la tradición de los años anteriores; las puertas a la cena de esta noche permanecerán abiertas y la invitación es para todos.