jueves, enero 15, 2009

La página que se rompe

“I must learn to love the fool in me the one who feels too much, talks too much, takes too many chances, wins sometimes and loses often, lacks self-control, loves and hates, hurts and gets hurt, promises and breaks promises, laughs and cries”

Theodore I. Rubin


Dramático título para el primer add del año.


Y con la naturalidad con la que la vida transcurre se acabó el 2008.
Con el fin de año y el inicio del siguiente nos enfrentamos a la oportunidad y tenemos la excusa perfecta para realizar el análisis que bien podemos hacer cada mañana, cada noche antes de dormir...podemos celebrar las fiestas, brindar porque un año terminó y desear que el siguiente sea mejor.

Podemos también hacer el recuento y agradecer los aciertos, perdonarnos los errores, felicitarnos por las elecciones adecuadas y reprocharnos las oportunidades perdidas.

Solemos dedicar más tiempo del que dedicaríamos en cualquier otra fecha a mirarnos al espejo, a observar quienes somos y quienes proyectamos ser.

Con el cambio de página que simboliza el nuevo año nos llenamos de ilusiones y frases positivas; deseos sinceros de arreglar errores o al menos de no volver a cometerlos.

Dejando a un lado la mentalidad de que "todo está escrito"; me quedo con la idea de que somos los autores de cada página, los guionistas y protagonistas de cada historia y eso hace que con el paso de los años resulte más complicado dar vuelta a la página del año que termina; hablamos de 365 días de momentos perfectos, de momentos difíciles, de caídas severas, de lecciones aprendidas, de lágrimas y risas, de abrazos y despedidas, de cambios y retos... son 365 días de experiencias a los que debemos dar vuelta para comenzar una nueva página.

Con el paso de los años resulta menos sencillo cambiar la página y es que hay momentos que quisiéramos hacer eternos... hay instantes en los que desearíamos detener el tiempo pero también hay momentos que desearíamos desaparecer, instantes en los que los cielos fueron oscuros y el mundo confuso. Conservar la página del libro que escribimos a lo largo de nuestra vida implica conservar esos párrafos en los que no todo fue feliz...

... y hay páginas que se rompen pero nunca se podrán arrancar.
También hay párrafos que pueden ser tachados y hay otros que pueden ser resaltados.

Seguro hay errores que nos costaron relaciones de diversos tipos. Seguro hubo errores ajenos que dejaron heridas profundas y errores propios que destruyeron todo a su paso pero tenemos ahora una ventana abierta y es la oportunidad de iniciar una nueva página, tenemos la libertad de conservar sólo en la memoria los párrafos necesarios de la página anterior y dejar el pasado en su lugar: en la página anterior. Esos errores que dolieron tanto pueden ser ya páginas que se rompieron... páginas que podemos romper.

Aceptando nuestra humanidad más no con ello justificando nuestros errores, debemos aceptar que habrá batallas ganadas, habrá batallas perdidas y habrá batallas que decidamos no pelear. Habrá lágrimas y risas, bienvenidas y despedidas y podemos aprender de cada persona, de cada situación. Podremos volver a creer en nosotros mismos, en el Universo... creer en la humanidad y hacernos el mayor regalo: UNA NUEVA OPORTUNIDAD.

Los cambios son inminentes... el mundo cambia a cada segundo y nosotros tenemos la oportunidad de cambiarnos, de renovarnos. Esta nueva página que escribimos podrá estar llena de párrafos totalmente diferentes a la anterior y eso es lo que nos puede mover cada día. Tenemos el poder de cambiar la historia, de cambiar nuestra historia y construir nuestro destino.

Tenemos la oportunidad de creer en cada amanecer, en cada persona; de quitar las etiquetas que hemos creado a lo largo de la vida y de creer en nosotros mismos. Tenemos la oportunidad de comprender, de perdonar y perdonarnos, la oportunidad de volver a intentarlo, de luchar por lo que creemos y luchar por nosotros mismos. Tenemos la oportunidad de amarnos, de amar nuestros errores, nuestros defectos, de reírnos de nosotros mismos; la oportunidad de aceptarnos como humanos y equivocarnos y volverlo a intentar, de trabajar en nuestras deficiencias y felicitarnos por nuestros aciertos. Tenemos la oportunidad de respirar profundamente cada mañana, de pedir perdón, de mirar al cielo y pintar nuestro mundo de colores; la oportunidad de tomar de la mano a alguien, de sonreir a cualquier persona, de mirarnos a los ojos, de dejar en la página rota el rencor y de dejar el pasado en su lugar... dejar de preocuparnos por cosas que no están en nuestras manos y ocuparnos de las que sí podemos. Podemos poner nuestra voluntad en el mundo en que vivimos.

Seguramente habrá más cambios y en nosotros está aceptarlos como oportunidades, habrá planes que salgan de control y podremos hacer de ellos nuestros nuevos retos. El cambio día a día nos puede hacer crecer si así lo queremos... pero definitivamente debemos movernos, despertar y mirar de frente al espejo, estirar las manos para sentir, abrir los ojos para mirar y abrir el alma para observar nuestro mundo. Estamos ante una nueva página y debemos VIVIR y dejar la página rota en su lugar: el pasado -sea 2007, 2008 o el día anterior-. Tal vez ese sea el reto más fuerte pero no es imposible de lograr. Dejemos entonces las páginas rotas en su lugar.

Deseo para cada uno de nosotros una nueva página, que cada letra esté impregnada de aprendizaje, de una nueva oportunidad y de FE; de Fe en nosotros mismos, en lo que podemos lograr, Fe en la humanidad. Que nuestros pasos sean hacia adelante, nuestra mirada sea al frente y nuestra flecha... esa apuntará a donde cada uno de nosotros desee; en el Universo no hay límites y podemos respirar inmensidad.




Por un año con aroma a café...



¡FELIZ 2009!