Cambio de ruta
John F. Kennedy
A muchos nos asustan los cambios.
Hay momentos que cambian la vida, encrucijadas en el camino e instantes en los que una situación perfectamente planeada cambia y con ello casi imperceptiblemente cambiamos nosotros.
Siempre podremos planear, suponer, idear y prever lo necesario para afrontar con calma alguna eventualidad en el perfectamente planeado camino; muchos de nosotros llevamos de antemano mapas para cada ocasión, planes "a", "b" y "c" para cada situación y con logramos cierta seguridad ante los posibles cambios. Esta autora aún no cree que "todo está escrito", por ende aún piensa en la posibilidad de que exista un cambio de plan tan drástico que ni todas las alternativas indiquen cómo proceder; siempre existirá la posibilidad de encontrarnos ante una encrucijada para la que ningún mapa nos sirva. Nosotros mismos ocasionamos muchos cambios, son nuestras decisiones las que afectan los caminos inicialmente planeados perfectamente.
Pocos son los afortunados que saben respirar profundamente y adaptarse a los cambios de estado, de situaciones, de sentimientos y de planes; pocos son los que saben adaptarse al nuevo camino, a la nueva situación y es que el miedo al cambio es uno de nuestros mayores obstáculos y resulta obstáculo precisamente porque tememos a NUESTRO cambio.
El giro que demos a nuestros planes dependerá de nosotros, en nosotros está el convertir un cambio drástico de plan en la excusa para lamentarnos por un pasado que no regresará, respirando entonces en un presente con sabor a nostalgia constante o aprovechar el giro y cambiar nosotros mismos, intentar algo totalmente distinto o intentarlo de nuevo siguiendo una nueva ruta. Puede resultar incluso sumamente emocionante encontrarnos ante una serie de planes aparentemente destruidos; la oportunidad de reconstruir, de reorganizar y replantearnos los caminos es invaluable! la emoción de enfrentarnos a algo nuevo, de probar nuestros límites, cambiar nuestros esquemas y reconocer nuestro carácter puede resultar infinitamente motivante.
Depende de nosotros convertir el cambio en un fracaso o en una oportunidad. Como siempre; al final TODO está en nosotros y es que no es el mundo el que cambia, somos nosotros quienes lo hacemos.